19 marzo 2015

De linces por Andújar.



Comienzo el 2015 con la obligada visita a las bellas tierras andujareñas para tratar, un año más, de avistar a esa joya animal que se esconde entre los recónditos rincones de su sierra.
En esta ocasión hemos elegido el mes de Enero, un mes en el que el gato se encuentra en pleno celo y las posibilidades de verlo aumentan notablemente.

Año tras año, siempre que nuestros compromisos nos lo permiten, nos acercamos hasta estas tierras con la ilusión de poder avistar al menos durante unos minutos, a uno de los felinos más amenazados del mundo.
Debo decir que en esta ocasión hemos gozado de bastante fortuna ya que hemos avistado un total de seis ejemplares a lo largo de cinco días. 
Además, uno de los avistamientos resultó especialmente afortunado ya que se tumbó a unos 150 metros de donde nos encontrábamos y permaneció allí durante casi tres horas.
Por si no fuera suficiente, cuando se despertó de su siesta se dirigió hacia la pista donde nos encontrábamos para cruzar frente a nosotros con toda la tranquilidad del mundo.
Dudo mucho que vuelva a ver un lince en libertad tan cerca en mi vida!!!



Como dato negativo habría que hablar de las masificaciones que se producen en los principales puntos de avistamiento, sobre todo durante los fines de semana. Se empiezan a oír algunas voces críticas por lo que consideran una excesiva injerencia humana en los hábitos del gato.

Como siempre, yo soy partidario de buscar el equilibrio.
El maravilloso espectáculo de poder avistar uno de los pocos linces ibéricos salvajes existentes en la actualidad, no puede negarse a ningún amante de la Naturaleza. 
Quizás sea necesario establecer normas de comportamiento y limitar las visitas pero en mi opinión se deberían fomentar estas actividades para conseguir una concienciación más directa e impactante, en lo que a educación medioambiental se refiere.
 
Una vez aclarado esto, sólo nos quedará esperar con nuestros telescopios o prismáticos a que el bello gato se digne a mostrarse. Mientras tanto, la esperanza en que el amenazado felino nos depare algún momento grandioso, siempre mantendrá encendida la llama de nuestra ilusión.
Eso sí, si el lince no acude a la cita, siempre podremos disfrutar con otros animales más fáciles de descubrir como pueden ser los conejos, jabalíes, gamos, ciervos, muflones, perdices, buitres leonados y negros y otra de las joyas ornitológicas de la zona como es el águila imperial.
No hay tiempo para aburrirse en un lugar con tanta riqueza natural….



Por último quisiera compartir un Código Ético para la Observación del Lince Ibérico (Lynx pardinus) en la Península Ibérica, que he encontrado en la siguiente dirección de facebook y que consta de 13 puntos:







  1. Para evitar provocar tensión o exponer a los Linces Ibéricos a peligros, procede con cuidado y respeto durante tus observaciones, toma de fotografías, grabación de sonidos o filmaciones. Infórmate y respeta escrupulosamente la legislación vigente de la Comunidad Autónoma que vas a visitar, en todo lo referente a la fauna protegida y su observación, distancias mínimas legales, autorizaciones de acceso, fotografía, filmación, etc. Ten en cuenta que en el interior de un Espacio Natural existe normativa específica que regula el mismo y que deberás atender con mayor rigor.
  2. La observación de linces ibéricos no debe afectar ni a la especie ni a su medio por lo que se debe mantener una actitud respetuosa con ambos. Para ello abstente de generar ruidos molestos (gritos, música, claxon, etc), deja el lugar elegido para la observación en el mismo estado o mejor que como lo encontraste, sin dejar residuos ni rastro alguno de tu presencia allí. Extrema las medidas de seguridad para evitar incendios forestales.
  3. Abstente de usar métodos poco éticos para observar linces o para atraerlos a tu posición como focos, grabaciones, reclamos, presas, etc. Con estas técnicas alteras el comportamiento natural de esta especie territorial y puedes causarle graves afecciones. Asimismo no dudes en poner en conocimiento de las autoridades (Agentes Medio Ambiente, SEPRONA) si ves a alguien utilizando este tipo de técnicas.
  4. Mantente alejado de parideras, cuevas, o zonas potenciales donde una hembra en época de cría (marzo-junio) pueda albergar cachorros.
  5. Antes de comunicar la presencia de Linces Ibéricos en una zona determinada, considera que ello podría ocasionar molestias al Lince Ibérico, su hábitat y a otras personas que conviven diariamente con la especie al tener un efecto atrayente de observadores. Ante un avistamiento la mejor forma de proceder es comunicándolo primero a los responsables de la conservación de la especie en ese territorio, quienes podrán asesorarte sobre el grado de fragilidad de esa información.
  6. Mantente en carreteras, senderos y caminos públicos habilitados para el tránsito de personas, evitando en todo momento entrar dentro de propiedades privadas o zonas de reserva sin las convenientes autorizaciones y permisos. Respeta en todo momento la titularidad pública y privada. Hoy día la conservación de esta especie depende en gran medida de la colaboración que están mostrando los propietarios privados, no hagas que tus actuaciones desmotiven a estos propietarios en la conservación de esta especie.
  7. Si tienes suerte de poder avistar un Lince Ibérico, permanece en tu lugar de observación, no intentes seguir al animal que estás viendo, andando o en coche. Relájate, disfruta y deléitate con los andares de este formidable felino, no pierdas el tiempo tratando de arrancar tu vehículo o recogiendo tu equipo para seguirlo.
  8. Modera la velocidad en carreteras en las que existan poblaciones de Linces Ibéricos, las consecuencias de un atropello puede generar un grave daño a su población.
  9. Se cortés al establecer comunicación con otras personas. Tu comportamiento ejemplar generará buena voluntad tanto hacia otros observadores de los Linces Ibéricos como hacia el público en general, incluyéndose la guardería propia de las fincas privadas y sus propietarios. La moral de conservar el Lince Ibérico es una cuestión de todos. Recuerda también que la población local verá en el Lince Ibérico un aliado si atrae a la zona a gente respetuosa que sabe valorar la riqueza de su municipio.
  10. Si encontrases algún tipo de arte de caza ilegal en la zona (lazos, cepos, o cebos envenenados) notifícalo de inmediato a las autoridades pertinentes: Agentes de Medioambiente y SEPRONA.
  11. Respeta los intereses, derechos y habilidades de tus compañeros observadores de Linces Ibéricos, así como de las personas que participan en otras actividades legítimas al aire libre.
  12. Si eres testigo de comportamientos no éticos de observación de Linces Ibéricos, informa a las personas que sus acciones no son las apropiadas e intenta, dentro de los términos de la razón, hacerlos desistir de dicho comportamiento. En última instancia ponlo en conocimiento de los agentes de la autoridad para que ellos actúen.
  13. Intenta, si guías un grupo, que su tamaño no ejerza impacto en el ambiente y que no interfiera negativamente con el resto de grupos que estén en la misma zona. Asegúrate de que todos los miembros de tu grupo conozcan y practiquen este conjunto de normas así como las circunstancias especiales aplicables a las zonas que visitáis.

Luchemos por salvar la especie desde el respeto y concienciemos a la gente del auténtico privilegio que representa ver escenas como ésta, al alcance de cualquiera y en cualquier lugar:



2 comentarios:

Tawaki dijo...

Coincido contigo en que lo mejor es buscar ese equilibrio. Además, sería una buena forma de recaudar fondos tan necesarios para su conservación.

Qué suerte poder disfrutar de momentos como éste.

aitor dijo...

Un auténtico lujo poder disfrutar de estas joyas naturales.