25 abril 2012

Llegada a Nairobi y safari en Masai Mara ( I ). Kenya


Eran las 22,45, hora local, cuando aterrizamos en Nairobi. El vuelo había sido apacible y llegábamos sobre el horario previsto. 
Era hora de tramitar nuestros visados de entrada a Kenya y es conveniente tener muy claro cual es el tipo de visado que se ajusta a tu visita. Nosotros entraremos al país dos veces ya que pasaremos a Tanzania dentro de una semana pero nos bastará con el de única entrada (single), ya que te permite una reentrada al país si vienes de países limítrofes, entre los que se encuentra Tanzania. 

Gracias a esta información recogida en la página de la embajada, pagamos 50$ en lugar de los 100 que cuesta el visado de múltiples entradas.
Una vez formalizados los trámites y recogidas las mochilas, salimos al exterior en busca de nuestro contacto. 
Un hombre sujeta un cartel que indica nuestro nombre y tras presentarse ante nosotros como Richard, nos traslada en una furgoneta hasta el hotel.

No queríamos tener que ponernos a buscar un alojamiento a esas horas, motivo por el cual habíamos solicitado a Winnie que nos buscara algún hotel barato para pasar esa noche antes de salir de safari al día siguiente. Nos ofreció varias opciones pero el hecho de que los autobuses a Arusha salieran de allí mismo, provocó que no lo dudáramos un instante: Parkside Hotel sería el elegido. 
Una habitación doble, otra triple, el transfer desde el aeropuerto y el desayuno nos costaría 30$ por persona. 
Si resultaba de nuestro agrado, lo reservaríamos para pasar otra noche cuando regresemos de nuestro safari por Masai Mara pero eso lo haríamos por nuestra cuenta, que seguro nos ahorraríamos unos eurillos….

Este hotel se encuentra ubicado en el centro de Nairobi y a mi juicio, ofrece unos servicios más que suficientes para pasar una noche siempre y cuando no llegues en FIN DE SEMANA. Si es así, mejor vete a otro.
Para nuestra desgracia, era viernes!! La calle que daba a nuestras habitaciones era un hervidero de gente que no paraba de gritar pero lo peor era una discoteca cuya música sonaba a un volumen atronador. Seguramente con 15-20 años menos y ante la imposibilidad de vencer al enemigo, me hubiera unido a ellos para acabar tomándome unos cubatas disfrutando del animado ambiente pero en esos momentos lo único que me pedía el cuerpo, era descanso. Afortunadamente aquello no duró toda la noche y sobre las dos de la mañana, la calma volvió al lugar.

Sobre las 7, suena el teléfono. Nuestro guía está abajo esperándonos. 
Aún con la música retumbando en nuestros oídos, nos damos una ducha rápida antes de bajar a recepción y pedirle 15 minutos más para desayunar. El desayuno es bastante completo con zumo, café en abundancia, tostadas, mantequilla, mermelada, huevos fritos, bacón y salchichas. Mientras damos buena cuenta de él, acordamos reservar habitaciones para nuestra vuelta pero siempre que estén sitúadas en el otro lado del edificio. 
Así lo acordamos y tras darnos los precios, 2700, 3500 y 350 chelines por la doble, la triple y el desayuno respectivamente (unos 60€ en total), nos piden que confirmemos la reserva un día antes.
Resuelto el tema, Simon nos lleva a las oficinas de Silverbird donde conocemos a Manuel, un sevillano que está en Nairobi por motivos laborales y al que nuestro grupo y nuestro retraso, ofrece la posibilidad de hacer un safari por Mara durante los 3 próximos días a un precio razonable. Por nuestra parte no hay problema así que finalmente seremos 6.

Winnie nos recibe en la oficina obsequiándonos con unas camisetas y unos sombreros que nos vendrán de maravilla para protegernos de los rayos de sol. 
Nos confirma que Simon será nuestro guía y con él delante, repasamos las condiciones del safari: tanto el coche como nuestro guía, están a nuestra disposición para hacer las jornadas de safari en Mara como nosotros decidamos, siempre claro está, escuchando los consejos y observaciones de Simon, el auténtico conocedor del terreno. 
En principio, durante el segundo y tercer día queremos hacer safaris de día completo para acercarnos hasta el río Mara.

Pagamos los 360$ que nos quedan pendientes ya que anticipamos 240$ y también los 30$ del hotel de Nairobi, antes de salir rumbo al Mara. Le preguntamos por un banco para cambiar euros por moneda local y ella misma nos ofrece cambio por 125 chelines/euro. El día anterior había visto el cambio por internet a unos 131, así que descontando comisiones no nos pareció mal cambio y nos ahorrábamos perder más tiempo buscando bancos y guardando colas. Además, sólo necesitábamos unos pocos chelines para tomar unas cervezas y poco más…
Eran más de las 9,30 cuando por fin arrancamos definitivamente. Unos 30 minutos después llegamos al mirador del valle del Rift, punto de parada obligatoria en casi todos los safaris que pasen por esta zona. Vamos con retraso por lo que no permanecemos demasiado en este punto y ya no pararemos hasta llegar a nuestro campamento, el Sidai Mara Camp.

Lo primero que observo es que el estado de la carretera ha mejorado ostensiblemente desde la última vez, al menos el tramo que está asfaltado. Otra de las diferencias que llama mi atención, son los numerosos grupos de ñus que comenzamos a ver antes incluso de llegar al parque. 
No sé si veremos el cruce sobre el río Mara pero de momento ya hemos visto varios cruces sobre las pistas de arena que transitamos.
Jirafas, antílopes y cebras se añaden a las especies que avistamos durante nuestra ruta, antes de llegar al campamento.
Un espectacular grupo de jirafas que destaca por encima de la vegetación, origina la primera parada para sacar unas fotografías. 



Los primeros masais, dueños y señores de este territorio, comienzan a dejarse ver por las pistas por las que circulamos. Este mítico pueblo africano, no demasiado estimado entre las tribus vecinas, conserva su ancestral modo de vida aunque tampoco duda en sacar provecho de la masiva presencia de turistas en sus tierras.

  


















Sobre las 14,30 llegamos a nuestro campamento, un escenario que me resulta conocido ya que estamos en la misma zona en la que me alojé durante mi anterior visita a Mara. 
El campamento es sencillo, con un área que sirve de comedor-bar y unas tiendas fijas que disponen de cama, retrete, lavabo y ducha bien separados. 
Para nuestras exigencias, resultan más que suficientes; además las camas son bastante confortables.







Nuestro primer safari por Mara se aproxima pero antes llenaremos nuestros estómagos que comienzan a rugir como si de un león cabreado se tratara. Un buffet de pasta, ensalada, arroz, lentejas y un guisado que no acertamos a distinguir si se trata de cordero o cabra, nos espera. Todo ello regado con las primeras cervezas Tusker frías de 600cl, un poco de fruta de postre y un cafecito caliente, nos hace sentir como en el mismísimo paraíso.

Ha llegado el momento, nerviosos ante el acontecimiento que para varios integrantes del grupo iba a suponer su primer safari en Masai Mara, montamos en la furgoneta y entramos al parque. 
Lo primero que vemos son grandes manadas de ñus que se alinean en interminables columnas que parecen no dirigirse a ninguna parte, sin rumbo fijo. 
Pero el espectáculo continúa con el desfile de otros muchos y variados animales: antílopes, cebras, marabúes, buitres, búfalos, elefantes y nuestros primeros leones!!! 
Un grupo de tres leones descansaban tumbados en la pradera.


Un poco más adelante descubriremos un gran grupo de leones compuesto por unos 15 ejemplares entre los que se encuentran varias hembras y algún macho joven.
Mientras permanecíamos a pocos metros del grupo, observamos algo que llamó poderosamente nuestra atención.
Un despistado grupo de ñus afanados en devorar los verdes pastos, se adentró sin darse cuenta entre la relajada manada de leones. Su instinto depredador se disparó de inmediato y en décimas de segundo se levantaron como impulsados por un resorte para comenzar una emocionante persecución que finalmente no culminó con éxito. 
Hubiera sido demasiado en nuestra primera toma de contacto con el Masai Mara...



En este primer safari ya pudimos comprobar que la emisora de radio iba a ser el mejor aliado de Simon a la hora de buscar animales. Cada vez que aceleraba, significaba que en algún sitio cercano había algo interesante para ver. 
Sin ir más lejos, esa misma tarde salimos disparados para tratar de ver nuestro primer leopardo pero cuando llegamos al lugar, éste había desaparecido. 


Los “gatos” figuraban entre nuestras prioridades en lo que a especies animales se refiere por lo que no nos gustaría abandonar Mara sin ver alguno pero teníamos mucho tiempo por delante….
Estaba ya oscureciendo y era hora de volver a “casa”. 
Para ser el primer día no había estado mal, era hora de darse una ducha para quitarse el polvo de encima y cenar algo a la luz de las velas antes de ir a dormir.
Mañana madrugaremos para ir hasta el río Mara, una emocionante jornada nos espera.

Próximo capítulo: Safari en Masai Mara (II)

2 comentarios:

Antonio Ruiz dijo...

Hola Aitor.

Menudo comienzo, con disco y todo incluido. Creo recordar que un compañero que llegaba un día antes que nosotros iba a ir al mismo hotel de Nairobi y leyendo en los foros lo del ruido nocturno le hizo olvidarse de este sitio.

Ahora a esperar tu narración del cruce. Lo espero con impaciencia. A ver qué suerte tuvísteis.

Abrazos

aitor dijo...

Qué tal Antonio!!!
Pues el hotelito,por 12€ con desayuno que nos costó,no estaba mal para pasar una noche pero desde luego,el ambientazo que había en la calle era como si estuvieran en la habitación. Si no es fin de semana,merece la pena.

El tema del cruce fue la pequeña decepción del viaje; ni rastro de ñus cerca del río así que el tercer día,ni siquiera nos acercamos hasta allí y creo que acertamos.

Un saludo.