20 junio 2009

MOREMI.UN SAFARI DE DOS DIAS



La Reserva de Caza Moremi es un Parque Nacional de Botswana que se asienta en la parte oriental del delta del Okavango y que combina zonas de agua permanentes con otras más secas lo que para muchos visitantes resultará algo sorprendente de inesperados contrastes. 
Posee importantes puntos para la observación de aves en las lagunas a la vez que disfruta de zonas densamente boscosas que son el hogar de los tímidos y raros leopardos. 
Al noreste se encuentra el Parque Nacional Chobe en la frontera con la Reserva de Caza Moremi
Aunque está conformado por algo menos de 5.000 kilómetros cuadrados de extensión, posee una sorprendente diversidad de mamíferos y es hogar de cerca de 500 especies de aves.



Nuestra visita a Moremi se fraguó en el campamento Audi Camp.
Allí sopesamos todas las posibilidades existentes para visitar el Okawango y nos inclinamos por desplazarnos hasta la reserva de Moremi siguiendo los consejos de los expertos del campamento que insistían en que el mayor número de animales se concentraba allí debido a la existencia de agua. 
Así pues, descartamos hacer el típico paseo en mokoro que resultaba ser la excursión más barata y nos "tiramos un largo" en la que fue la actividad más cara de nuestro viaje.
Efectivamente, nos íbamos a gastar más de 150€ por persona y día frente a los 30€ que costaba el tour en mokoro.
Nos alojamos ese día en dos amplias tiendas con cama, luz y un ventilador pagando 400 pulas entre los tres. El campamento está bien aunque un poco alejado de Maún, con duchas, baños limpios y una pequeña piscina.
 

Llegado el día, nos levantamos a las 7 y tras desayunar un poco vamos a recepción donde ya nos espera un gran camión con un remolque con todo lo necesario para pasar dos días por el parque con la única compañía de nuestro guía Watch y nuestro cocinero Preston.
A las 8 partimos tomando una cómoda carretera asfaltada que pronto se convierte en una pista de arena.

El estado de la pista empeora por momentos hasta llegar a ser impracticable para todo vehículo que no sea 4X4.
Llegamos a la entrada del parque de Moremi donde debemos parar para arreglar los trámites de acceso y continuamos la ruta. Ya hemos visto varias jirafas,un avestruz y algunos elefantes.
Las ardillas corretean y juegan esquivándonos a nuestro paso aunque desgraciadamente alguna paga caro su atrevimiento.
Llegamos a un bosque que parece estar seco y paramos para hacer provisión de leña para los próximos días.

Pronto observamos el primer león que resulta ser un viejo macho bebiendo en una charca mientras a pocos metros, un gran elefante nos observa amenazante.


Poco después paramos bajo unos árboles en el que va a ser nuestro campamento ante la mirada de incredulidad por nuestra parte ya que nos encontramos en un lugar totalmente expuesto a todo tipo de animales y sin ninguna protección. 
A pesar de todo, montamos el campamento, excavamos un agujero que hará el papel de W.C y hacemos fuego para preparar la comida. Preston demuestra ser un excelente cocinero, la comida está riquísima.


Evitamos las hora más calurosas por lo que salimos de safari hacia las 4 de la tarde. Los paisajes son espectaculares y salvajes y numerosos animales se concentran en los aledaños de los pozos de agua. El número de aves tanto acuáticas como rapaces también es espectacular. 
Hipopótamos, elefantes, jirafas, antílopes de varias clases, etc se suceden ante nuestros ojos sin parar.

 

Para finalizar, Watch nos lleva a un lugar estratégico para disfrutar de una puesta de sol inolvidable, donde los últimos rayos se reflejan en una charca de una forma indescriptible.
Permanecemos durante un buen rato embobados con el espectáculo mientras el silencio sólo es roto por los cantos de las aves.

 


Watch se empeña en buscar los esquivos felinos al atardecer ya de vuelta al campamento pero la suerte nos es esquiva.
La cena resulta de nuevo exquisita y el café a la luz de la hoguera se convierte en un momento mágico durante el cual, nuestro guía no cesa de contarnos relatos africanos. Por suerte, no aparece ningún león ni hiena al olor de la comida.  
Es la hora de meterse al saco y permitidme insistir en un consejo que todo el mundo debería tener muy en cuenta:vacíad vuestras vejigas antes de meteros en la tienda ya que por nada quisiera vivir la experiencia de tener que salir esta noche para hacer mis necesidades.

Es difícil describir lo que se siente en medio de la sabana metido en una tienda de campaña y rodeado de animales salvajes. Los ruidos delatan la presencia de todo tipo de bichos y no resulta sencillo conciliar el sueño aunque al final, el cansancio puede más que el miedo y nos dormimos. 
Nos dormimos hasta que unos ruidos muy próximos me despiertan bruscamente y hacen que mi cuerpo tiemble dentro del saco; afortunadamente descubro que se trata de un elefante, un simple HERVIBORO.
Menos mal!!!

A las 6, aún de noche, nos levantamos; ha sido una larga noche repleta de ruidos y emociones y tras desayunar un simple café salimos en busca de los "gatos" ya que según Watch, son las mejores horas para intentar verlos.
No tardamos en descubrir un grupo de leones, una pareja de los cuales se dedica sin ningún reparo a la feliz tarea de la reproducción. Repiten la faena varias veces ante nuestra presencia hasta que los dejamos en busca de más animales.



Continuamos por el laberinto de pistas que existen en el parque y vemos muchísimas aves y todo tipo de animales hasta que nos encontramos con otro grupo de 4 leonas. 
Tras las fotos de rigor, Watch sigue empeñado en encontrar la joya más preciada y difícil: un leopardo.
Watch conduce el camión con la mirada fija en las ramas de los árboles a la ribera del río y en las llanuras con hierba alta que dice son sus lugares preferidos pero de pronto, tras un termitero creo ver la cabeza de un felino.
Watch para el camión y efectivamente un leopardo pasa por delante de nosotros agazapado en clara posición de caza.
Un impala que está a unos 50m es la presa a la que acecha.
Finalmente el impala escapa pero hemos disfrutado de la visión de un precioso ejemplar a escasos metros de distancia.



Continuamos felices el safari mientras disfrutamos de los inigualables paisajes y de la compañía de las abundantes aves que pueblan el parque, además de todos los animales ya habituales: hipos, elefantes, antílopes, cebras, facóqueros, jirafas, etc, etc, hasta que volvemos al campamento para comer algo y recoger todo para cargarlo de nuevo al camión.
Una vez con el estómago lleno y con todo recogido nos disponemos a pasar las últimas horas en este paraíso.

Paramos junto a un río para sacar fotos de una jirafa que se encontraba en la otra orilla, cuando aparece otra jirafa que se dispone a cruzar el cauce para alcanzar la orilla donde estaba el otro macho.
La compañía no parece agradar mucho a la jirafa que estaba allí y de pronto comienzan a luchar en un increíble cruce de cuellos que acaba con un tremendo choque entre las dos y que provoca un estallido que nos recuerda al de un árbol que se acaba de partir por la mitad. Inmediatamente, una de las jirafas cae al suelo fulminada y se revuelca en el suelo totalmente aturdida por el golpe ; le cuesta un buen rato poder levantarse para acabar huyendo del lugar.
 

Verdaderamente, estamos viviendo momentos memorables.
Tras ver una gran manada de elefantes que acuden al río a beber y refrescarse, ya cerca de la salida del parque vemos una familia de 9 leones compuesta de un macho,tres hembras adultas y cachorros de distinta edad. Nuestro guía para el camión y aunque no nos sentimos del todo seguros, permanecemos allí un buen rato sacando decenas de fotografías.
Ha sido una gran despedida de nuestro paso por Moremi y llegamos al campamento de Audi Camp con una importante capa de polvo en nuestro cuerpo pero con una sensación de satisfacción que aún hoy recordamos con añoranza.
Ha sido una experiencia inolvidable.





2 comentarios:

Álvaro dijo...

Felicidades por el blog, unas fotografías estupendas.

Realmente África es un mundo distinto, y todo el que ponga el pie en este continente se dará cuenta de ello.

Un saludo

aitor dijo...

Gracias Alvaro,
efectivamente,al menos para mí,Africa tiene "algo" muy especial.
Saludos